habrá que ser valiente:
batirse a duelo con la nostalgia
para ganarle a esta muerte de todos los días
el amarillento dolor de seguir vivo
Haz que las palabras sean arte y no dolor
soy un efímero punto en la galaxia
tan minúsculo que apenas pueden verme
no sé torcer el espacio-tiempo cruzar la cuarta dimensión
no sé tapar el sol con un dedo
ni hay nada ni nadie orbitando mis costados
aun así mi silencio puede abrir agujeros negros
colisionar estrellas es cuestión de una palabra
las cartas ya están echadas y la suerte hoy no está de tu lado
haz de tirar igual, ni modo
si pierdes el miedo a perder, ya has ganado bastante
si ganas, cuídate la espalda
si nunca arriesgas, ya eres de la mayoría
y si vuelves a apostar, date por vencido
que no hay as bajo la manga que te salve de la muerte
hay quien ancla un día y se cree lo del puerto seguro
y hay quien baraja vientos lejos de cualquier orilla
libres ellos
porque nadie es prisionero en celda ajena
cada quien se traza su mapa del tesoro
ningún mar romperá olas en la más terca voluntad
las brújulas dirán: ¡tierra firme!
pero el tiempo acecha
s i g i l o s o
hacia la noche
Este 8 de marzo quedó formalmente inaugurada la Muestra “Mujeres con bolsos” que integra xilografías de Dante Arias con microrrelatos de los alumnos del Taller Motivacional de Escritura Creativa y música de Demian Pinto.
La Muestra está expuesta en la Sala Ivan Sagarduy del Centro Cultural Nordeste de la UNNE, situado en Arturo Illia 355 de la Ciudad de Resistencia (Chaco)
Como alumna del Taller Motivacional de Escritura Creativa fui una de las seleccionadas con un microrrelato de mi autoría para integrar dicha muestra. Fue una experiencia muy enriquecedora ya que fue mi primer año asistiendo a un taller de escritura, que en esta ocasión se dictó bajo modalidad virtual. Ser parte de una experiencia interdisciplina habiendo comenzado a escribir hace apenas tres años, me posibilitó conocer excelentes obras de otros artistas y de mis propios compañeros y profesor.
Adjunto un brevísimo registro de la Muestra.
Pueden visitar la Muestra de lunes a viernes de 8 a 13 y de 16 a 20 hs.
miento si digo que estoy en mi lugar en el mundo
con adaptarme no alcanza
a veces el silencio abre la puerta
su casa es un desierto
por eso usted le huye palabra tras palabra tras ladrillo
MUROS
construye su cárcel
fabrica después su fuga a otra cárcel
más chica: usted mismo
cree que es su lugar en el mundo
pero con adaptarse no alcanza
*Breve reflexión por el Día Mundial de la Poesía (21 de marzo 2021)
1
Cuando pienso en cómo llegué a la poesía, se me vienen a la mente tres palabras: casualidad, milagro y accidente.
Bendito el algoritmo de YouTube que —un día cualquiera— saltó de un video —también cualquiera— a un recital poético en la Ciudad de Córdoba. (Desconozco cómo funcionan los algoritmos, los satélites y todo ese tipo de cosas tecnológicas) Ese video, esa voz, ese poema, esas palabras me abrieron la puerta a la poesía. (O al menos eso creo yo) A la poesía —desde mi experiencia— se llega por cuestión de suerte.
Cuando indago en los primeros momentos como lectora de poesía, pienso en extrañamiento y paciencia.
El emperrado corazón amora de Juan Gelman fue el primer libro de poesía que compré. Confieso que tardé meses en entender —medianamente— lo que querían decir algunos de sus poemas (no exagero) Esos textos encriptados, llenos de significaciones y sentidos posibles e imposibles, ese bombardeo de imágenes, ese desafío de desestructurar la lógica, esos mensajes que parecían inalcanzables, me invitaron a tomar parte en el poema. En la poesía se arremete con perseverancia.
Cuando me preguntan por qué hoy leo poesía, solo puedo decir que es porque la disfruto.
Casi veinte libros pasaron en estos tres años desde que me acerqué al texto poético. Decido leer poesía porque entro a laberintos a los cuales solo yo puedo hallarles su salida (perdón autores) Porque esa búsqueda es deconstrucción permanente, porque no hay reglas que seguir, porque me alivia y me empodera, porque me sensibiliza… Y aunque aún hoy sigo sin entender qué quiso decir Gelman en algunos de sus versos, disfruto mucho enfrentarme a ese desconcierto. A la poesía se la elije por felicidad.
2
Ahora bien, como se habrán dado cuenta, este camino lo recorrí en la más absoluta de las soledades. Era yo sola quien buscaba en librerías —que poco y nada tienen de poesía, y poco y nada saben de poesía— algo nuevo para leer. Se hace camino al andar dijo Machado y así fue para mí y para muchísimos otros lectores que poquísimas veces encontramos espacios que promuevan la lectura del género. Nadie te pone en la mano un libro de poemas.
Ya con el tiempo fui descubriendo talleres, centros culturales, festivales, que desde su pequeño lugar hacen la titánica tarea de volver accesible algo que no lo es. ¿Qué se me ocurre con respecto a esto? Que es importante que se puedan tejer redes entre todos los actores: autores, bibliotecas, librerías, agrupaciones, gestores culturales, espacios culturales, políticas culturales, etc; para que las personas, las familias y las comunidades puedan participar en la poesía, construyéndose como lectores —y autores— de un género que maravilla los sentidos y pone de cabezas las lógicas imperantes del lenguaje.
Quiero que los nuevos lectores de poesía tengan el camino más allanado. Que su construcción sea menos solitaria y más comunitaria. Que la irrupción de la poesía en sus vidas no sea fruto del azar. Quiero que la poesía esté cerquita, al alcance de la mano. Que todos lleguen a ella, que se queden quienes la necesitan, que se marchen quienes no la aprecian. Que no sea casualidad conocerla y que siempre pero siempre sea un milagro descubrirla.
Hola lectores!
Hace un tiempo vine gestando este proyecto denominado: “Diario: Soy voz entre el silencio” y dentro de poco verá la luz mediante publicaciones periódicas aquí mismo en mi blog.
Alzar la voz, callar, romper el silencio, estar atrapado/a en el silencio, disfrutar la paz del silencio, un minuto de silencio… Hablar. Soy voz entre el silencio no es nada más —ni nada menos— que un diario ficcional y no ficcional, una absurda mentira o un fiel reflejo de la realidad, un artificioso producto de mi imaginación o un fruto de mis propias experiencias. Verdad o mentira, reales o imaginarios, este diario reunirá relatos en primera persona, escritos a modo de cartas y el único hilo conductor será la díada hablar-callar, o dicho de otro modo el silencio-la palabra dicha.
Este proyecto no tiene otra finalidad sino una exploración personal por medio de la palabra. Lo que puedo —bien puesta aquí la palabra puedo— decir o callar es una elección propia, ya que nunca he creído en los debo.
Nos leemos!